jueves, 31 de octubre de 2024

Literatura Historicista ¿sí o no?

De la misma manera que expone Santos (2023) en su artículo “Una reflexión sobre la enseñanza de la literatura y una propuesta renovadora”, comentando de forma global todas las materias educativas, considero que los aprendizajes deben ser contextualizados y, por supuesto, deben adecuarse al nivel cognitivo y lingüístico del alumnado. Si esto no se diese, si los discentes no comprendieran las enseñanzas que se les está aportando, por lo que nunca llegarían a interiorizar los saberes que queremos transferir, entonces, como docentes ¿estamos haciendo nuestro trabajo de forma correcta? ¿Estamos enseñando?

Seguramente existan miles de opiniones divergentes con la que aquí presento, pero al igual que la educación evoluciona, que la vida se transforma, la manera en la que enseñamos literatura también debería hacerlo. Pese a ello, no considero que la literatura historicista posea menos relevancia, sino todo lo contrario. Esta ha enriquecido de manera inmensurable nuestra cultura, nuestro vocabulario e incluso nuestro folclore, tradiciones y costumbres por las relaciones que nos invita a crear en el momento que las leemos, pero defiendo la idea de comenzar la enseñanza de la literatura por aquella que sea atractiva para el lector, con la que ellos/as mismos/as puedan identificarse y, así, comenzar a crear de manera adecuada su propio intertexto lector. Llegados a este punto, el alumnado vería útil la literatura; la lectura. Además, podríamos introducir nuevos estilos para agrandar su bagaje, e incluso a través de ella, incluir valores que puedan dar visión a las nuevas realidades existentes en las aulas de forma que el aula se convertiría en un hogar en el que el respeto y la igualdad impregnaría es espacio que compartimos a diario.

Asimismo, podríamos variar las formas de enseñar ya que coexisten múltiples formas de transmitir la literatura. A mí, particularmente, me agrada aquella que promulga Zariquiey (2016) en su obra “Cooperar para aprender, transformar el aula en una red de aprendizaje cooperativo”. El autor comenta su propuesta de trabajo en todas las materias que abordamos en primaria, pero nosotros/as podemos aproximarlo a la literatura. En el aprendizaje de la literatura no solamente influye qué tipo de lecturas ofrezcas, sino, cómo las vives, cómo las transmites y de qué manera las enseñas. De este autor, podemos aprovechar su forma de dirigir a los alumnos/as, de organizar las tareas, de apostar por el trabajo cooperativo, mostrándose el docente como el guía en el aprendizaje, pero no como fuente del mismo. Por este motivo, serán ellos/as los que investigan y descubren las obras literarias repartiéndose, entre iguales, las tareas que tienen que abordar: quién es el autor, en qué año se publicó, qué tema trata la obra, etc. Al igual que, podríamos implementar el uso de la IA y las TIC para trabajar las obras que incluimos en clase.

Concluyo mi aportación recalcando la importancia del trabajo de toda la literatura en el aula, pero la introducción y el trabajo de la misma en el momento oportuno.



BIBLIOGRAFÍA:

Biondi Zariquiey, Francisco. (2016). Cooperar para aprender: transformar el aula en una red de aprendizaje cooperativo (Vol. 15). Ediciones SM España.

Santos, J.M. (2023). Una reflexión sobre la enseñanza de la literatura y una propuesta renovadora. Educação E Pesquisa, 49. https://doi.org/10.1590/s1678-4634202349251005esp

r

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Atrapados por la lengua: 50 casos resueltos por la lingüística forense

¡Hola, hola, hola! En plenas vacaciones navideñas, os voy a recomendar un libro relacionado con la investigación y el uso del lenguaje. Se t...