La
enseñanza y aprendizaje de la literatura supone una conexión directa con el
patrimonio lingüístico y cultural de la sociedad. Debido a su carácter
longitudinal a través de los años de tradición literaria, surge el debate sobre
si la enseñanza se debería llevar a cabo de manera cronológica comenzando por
las primeras obras en aparecer y terminando con las más recientes o si por el
contrario debemos comenzar por las obras actuales para después poco a poco ir
retrocediendo hacia atrás en el tiempo.
Ambos métodos
presentan aspectos positivos que favorecen el aprendizaje, el historicista, por
ejemplo, ofrece una visión ordenada de los movimientos y principales hitos
permitiendo identificar claramente las influencias y las casuísticas. El método
inverso por su parte contará con una alta motivación al acercarse al entorno
más próximo al estudiante y partir de lo que conoce, por otro lado, le
permitirá en todo momento establecer las relaciones intertextuales entre
elementos culturales o formales.
Personalmente, propondría
un modelo híbrido donde se den ambos métodos. Partiendo del concepto del Intertexto
trataría de establecer todas aquellas relaciones entre elementos literarios
(forma, temática, lenguaje, contenido, etc.) tanto de obras y movimientos
anteriores con elementos actuales.
Por ejemplo, decidimos
emplear una programación histórica donde recorramos las obras y los movimientos
desde el principio, pero al llegar por ejemplo al realismo, conectamos esos
elementos del movimiento literario con obras de realismo actual y diferentes
manifestaciones culturales que hagan uso de esos elementos como la pintura, la
música, el cine, la escultura o las redes sociales.
De esta manera
no se pierde la perspectiva histórica en el aprendizaje y sabemos en todo
momento las causas de los diferentes movimientos y a su vez conectamos esos
elementos con manifestaciones actuales favoreciendo la creación de sentido y la
comprensión del concepto. Se refuerza por tanto el valor del conocimiento aunque
sea “antiguo” para aplicarlo al presente.
Muchas gracias, Luis. Excelente trabajo. ¿Qué inconvenientes adviertes en cada uno de los métodos (historicista e inverso)? Me quedo, con tu permiso, con las ventajas apuntadas. Un saludo,
ResponderEliminarNacho
Sin duda el historicista suele presentar un reto a la hora de motivar al alumnado, debido a que se percibe como un comienzo demasiado lejano y alejado con la actualidad.
EliminarEl modelo inverso por su parte puede presentar dificultades para ordenar mentalmente los hechos y secuencias de cada movimiento debido a la perspectiva invertida.