viernes, 22 de noviembre de 2024

La literatura Cuentada desde el corazón

 El cuento supone una de las manifestaciones literarias con más tradición, especialmente en transmisión oral siendo un vehículo transmisor de valores y entretenimiento.

De la mano de Cuentina_Cantaycuenta descubrimos el enorme abanico de posibilidades que nos brinda como docentes el cuento en el aula de infantil y primaria.

En el contexto educativo, los cuentos no solo son una forma de entretenimiento, sino también un vehículo poderoso para fomentar el desarrollo cognitivo, emocional y social de los estudiantes. Su importancia radica en la capacidad de conectar con las personas a nivel profundo, a través de historias que despiertan la imaginación, fortalecen el pensamiento crítico y transmiten lecciones de vida.

Los cuentos también contribuyen al desarrollo emocional. A través de las historias, los niños pueden experimentar y procesar emociones de forma segura. Por ejemplo, enfrentarse al miedo de un dragón en un cuento les permite reflexionar sobre cómo manejar situaciones difíciles en la vida real. Las historias también ayudan a los estudiantes a identificar sus propias emociones y empatizar con los sentimientos de los demás, lo que es fundamental para construir relaciones saludables.

En el ámbito educativo, los cuentos son especialmente valiosos porque se adaptan a diferentes niveles de desarrollo. Desde cuentos ilustrados para los más pequeños hasta narrativas más complejas para adolescentes, estas historias pueden ser ajustadas para enseñar temas diversos y abordar necesidades específicas. Además, los cuentos permiten a los educadores contextualizar lecciones dentro de historias que conecten con los intereses y experiencias de los estudiantes.

Contar cuentos es, en esencia, un arte, como bien nos enseña Cuentina, requiere más que simplemente leer en voz alta; implica interpretar, dramatizar y dar vida a las palabras. Un maestro que sabe contar cuentos tiene el poder de capturar la atención de sus estudiantes, transportarlos a mundos imaginarios y sembrar en ellos semillas de curiosidad, empatía y reflexión. A través del tono de voz, los gestos y las pausas, el maestro puede transmitir emociones y captar matices que enriquecen el mensaje del cuento. Este nivel de conexión no solo fomenta la comprensión, sino que también crea un ambiente de aprendizaje positivo donde los estudiantes se sienten seguros y motivados para explorar sus propias ideas y sentimientos.

La combinación de contar cuentos y cantar tiene un impacto especialmente poderoso en los más pequeños, aunque también es relevante en etapas posteriores. Estas habilidades fomentan la imaginación, despiertan la sensibilidad artística y permiten que los estudiantes exploren distintas formas de expresión. Además, un maestro que domina estas herramientas puede personalizar las experiencias de aprendizaje, adaptando historias y canciones para abordar intereses específicos o temas relevantes para su grupo.

En conclusión, los cuentos son mucho más que simples relatos; son una herramienta educativa integral que fomenta el aprendizaje en múltiples dimensiones. Incorporar cuentos en la educación no solo facilita la adquisición de conocimientos y habilidades, sino que también forma individuos más reflexivos, creativos y empáticos. En un mundo donde los retos son cada vez más complejos, las historias continúan siendo una brújula valiosa para guiar a las nuevas generaciones y el "cómo" las cuentamos influye sobremanera el efecto que tendrán en el alumnado.

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