La
etapa de educación infantil se considera una fase crucial en lo que respecta al
desarrollo lingüístico y literario de los niños y de las niñas. En este período,
se construye el andamiaje de la comunicación para que sea efectiva, de la
comprensión del mundo a través del lenguaje y del amor por la lectura. Pero
¿cómo enseñar lengua y literatura a los más pequeños de manera efectiva y
significativa?
Una
herramienta didáctica idónea para la enseñanza de la lengua y la literatura son
los cuentos. Estos son mucho más que simples relatos; son ventanas a la
imaginación, al descubrimiento y al aprendizaje. Su poder radica en la
capacidad que tienen para enseñar, conocer, emocionar e inspirar, y suponen un
puente entre la fantasía y la realidad.
El
cuento tiene un poder curativo, resolutivo, emotivo e imaginativo. Las palabras
que emiten permiten al niño y a la niña transformarlas en imágenes mentales, lo
que supone una posible identificación con los personajes. A su vez permite tratar temas que se
consideran tabú como la muerte y el proceso de duelo. Cuento como El árbol
de los recuerdos de Britta Teckentrup transmite de forma delicada lo que en
un principio puede resultar ser el final, es el comienzo de un aprendizaje nuevo,
un proceso que es necesario para encontrar la paz y comprender lo que en un
principio resulta ser para siempre.👇
“Había
una vez un zorro que vivía con muchos otros animales en el bosque. Zorro había
tenido una vida larga y feliz, pero ahora estaba cansado. Muy lentamente, se
dirigió a su lugar favorito en el claro del bosque. Miró a su alrededor,
observó su querido bosque una última vez y se tumbó. Zorro respiró
profundamente por última vez y cerró los ojos para siempre”.
A
través de los cuentos se favorece la creatividad, el interés y la curiosidad
por la belleza que emana cada una de sus páginas. Además, cada una de las
historias que se cuentan es un regalo para los niños y las niñas, ya que les
está ofreciendo la oportunidad de comprender el mundo que les rodea, de ser
conocedores de las emociones, y de desarrollar habilidades lingüísticas esenciales
para el propio desarrollo integral. Pero ¿existe una edad límite para disfrutar
de los cuentos?
Lo
cierto es que no, no existe una edad límite para disfrutar de la magia de los
cuentos. Lo que sucede es que a medida que los niños y las niñas van desarrollándose,
van conociendo el mundo que les rodea, amplían sus intereses y disfrutan
aprendiendo de otros aspectos con los que más se identifican. No obstante, el
hábito lector es fundamental fomentarlo desde edades tempranas por medio de la
literatura infantil y juvenil (LIJ). Son experiencias naturales que, si se complementan
con las experiencias que se pueden dar en el ámbito educativo, se está fomentando
el desarrollo de la competencia literaria, necesaria para la comprensión y
posterior creación de textos o, simplemente, por el disfrute de la lectura como
hecho artístico. Por ello, es vital la creación de dinámicas lectoras
innovadoras que haga frente a la digitalización, en las que se establezcan vínculos
con los cuentos, imposibilitando que se pierda la magia e el interés.
Bea,
o más conocida como Cuentina_cantaycuenta en el mundo del cuento, es una
docente que tiene un don a la hora de enseñar literatura entre los más
pequeños. Ella no solo cuenta historias o las hace propias, sino que crea auténticas
experiencias dinámicas e interactivas allá donde va. Con su forma de transmitir
lúdica, melódica y atractiva es capaz de crear un ambiente mágico que hace que los
pequeños y las pequeñas no puedan dejar de mirarla. Además, gracias a la
expresión corporal y facial, a emplear técnicas estratégicas como el silencio,
la pausa, capta la atención a la par que ayuda a gestionar las propias emociones,
lo que crea un espacio cálido, de calma y conexión.
Ella
no solo se centra en las palabras, o imágenes. Va mucho más allá. El término “cuentar”,
o lo que es lo mismo, contar las historias mientras canta. Como se ha
enfrentado a retos nuevos como el contar fábulas, la enseñanza de lengua de
signos mientras canta los cuentos o ir más allá; fomentar el desarrollo motor con
los deditos en forma de pinza simulando el pico de El pollo Pepe, lo que
supone una habilidad importante para la posterior escritura. Lo cierto es que
transmite tal pasión e ilusión que es imposible no sentirte niño o niña de
nuevo.
Tal y como se ha visto, la enseñanza de la lengua y la literatura a través de los cuentos va mucho más allá del ámbito educativo, del aprendizaje estructurado de contenidos curriculares. Ambos están interconectados, ya que la literatura tiene el objetivo de capacitar al niño y a la niña para que puedan acceder a una forma de comunicación que se realiza por medio de un lenguaje especial. Porque sí, los cuentos son más que palabras, son oportunidades para conectar, enseñar, soñar y no dejar nunca de cuentar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario