sábado, 30 de noviembre de 2024

"CUENTAR": Una de las experiencias lectoras más emotivas"

    Desde nuestro nacimiento, el lenguaje es el medio de expresión que más nos acompaña. Nuestros primeros sonidos escuchados desde la barriga de nuestras madres, primeros ruidos emitidos, primeras palabras… En general, el recurso más utilizado, ya sea escuchado o ejercido a través de la voz. Con el paso de los días, semanas, meses e incluso años, a este modo representativo le acompaña otro que nos ayuda a explorar el mundo: los colores llamativos, formas, imágenes… Creo que a todos/as nos han dicho alguna vez cuál fue nuestra primera palabra emitida (papá, mamá, iaia…) y los dibujos que nos hicieron convertirnos en artistas desde la infancia: un sol grande y brillante, una casa rojiza con tan solo dos ventanas o simplemente un llamativo y espeso conjunto de hierba. 

Para poder darle forma a ambas representaciones, el mejor aliado es el cuento. Aún conservo con gratitud en mi memoria el momento en que mi madre decidió compararme con el “Lloro xerrameca”, uno de los mejores libros de la editorial “Combel”, la cual figuraba al completo en la estantería de la sala de juegos. Recuerdo que la portada y la sucesión del cuento tenía imágenes llenas de muchísimas palabras, para representar que el loro se caracterizaba por ser muy hablador. Al igual que con todos los otros cuentos que más me llenaban, mi familia decidía equipararme con los protagonistas, ya que siempre me gustaba sentirme representada por las estrellas de mis cuentos más valiosos. No solo era yo, algunos días me convertía en “el lloro”, y otros me unía espiritualmente a “la rateta presumida”. Por tanto, la mejor forma de acercamiento al mundo real nos deja huellas imborrables en las primeras interacciones y recuerdos de nuestra vida. En consecuencia, nuestras habilidades socioemocionales y cognitivas se ven enriquecidas, además del autoestima y autoconcepto positivo, puesto que siempre tendemos a poseer referencias, y en los cuentos reside, sin duda alguna, las primeras de cada uno/a de nosotros/as.



    Además de la familia, docentes y nosotros/as mismos/as, una figura social importante en nuestro desarrollo personal y lector son las personas cuentacuentos. Hace escasos días, nos acompañó en una de las sesiones de la asignatura “Didáctica para la Lengua y Literatura” Bea, más reconocida en el mundillo y redes sociales como @cuentina_cantaycuenta. Expresaba que se sentía muy satisfecha con las sensaciones tan mágicas que le producía acercar historias maravillosas a niños/as maravillosos/as. Nos explicaba que, como es habitual, los/as pequeños/as tienen predilección pura por los animales. Cuando somos infantes aprendemos de los/as adultos/as, pero en muchas ocasiones sucede a la inversa porque, tal como afirmaba, ella había trasladado esa fascinación a sus propios gustos, debido a que su cuento favorito es el “Pollo Pepe”. Esta reflexión es completamente especial, ya que averiguamos y nos cercioramos de que el aprendizaje es mutuo y único cuando los cuentos están involucrados en la ecuación sentimental.


    Otro aspecto sorprendente y ligeramente más entristecedor es que con los años, presencia una evolución negativa respecto a la participación de los/as niños/as en los cuentacuentos. La magia va apagándose progresivamente, suceso nacido de la vergüenza que les produce asistir y verse representados por los/as protagonistas. El hecho de que el mundo esté en constante evolución, tiene consecuencias negativas, y una de ellas es esta. Actualmente, prefieren dedicar todo el tiempo libre que tienen a nuevos medios, llenar ese espacio con recursos tecnológicos. Una de las razones con más peso es la presión social y el aprendizaje vicario, cúmulo de elementos que les convierte en personas pequeñas con ganas de experienciar vivencias de mayores cada vez más pronto. En consecuencia, los cuentos quedan abandonados en sus lejanías.


    ¿Cuál podría ser una posible solución? El cuento debe verse como un elemento motivador desde el aula, por lo que trasladar un puñado de libros a un rincón no es suficiente. Deberíamos invitarles a su lectura a través del juego de rol, booktubers, teatralizaciones, tertulias dialógicas… Uno de los aspectos que se debe erradicar es la vergüenza. Si se promoviesen aún más este tipo de actividades en que participasen familias e iguales, irían adquiriendo confianza en sí mismo/as y se replantearían la posibilidad de ir más allá asistiendo a sesiones de cuentacuentos. Asimismo, un paso más lejano para los/as más mayores, podría ser la actividad de “¿Cuentamos juntos/as?”. En ella, les incitaríamos a participar de la forma más activa posible, convirtiéndose en cuentacuentos. La individualidad nos sugestiona y genera inseguridades, más cuando estás en una etapa de crecimiento. Por ello, realizar la actividad de “cuentar” por parejas o en grupos, podría resultar un remedio a la problemática, puesto que ensalzamos la idea de que vivir y emocionarnos con los cuentos no es motivo de vergüenza, si no de sentir, evolucionar y crecer como personas.


miércoles, 27 de noviembre de 2024

El poder de contar y cantar

La literatura infantil es un elemento fundamental en el desarrollo integral del ser humano. Desde hace siglos, el arte de contar historias y cantar canciones ha sido una herramienta poderosa para educar en valores y transmitir conocimientos y emociones. Cabe destacar que la profesión de cuentacuentos ha evolucionado. Sin embargo, su importancia sigue siendo crucial en la actualidad.

El cuento como motor del aprendizaje en la educación.


El cuento entendido como una herramienta mágica.

 

El pasado jueves en la clase de Investigación en Didácticas de la Lengua y la Literatura, tuvimos el privilegio de vivir una experiencia enriquecedora junto al profesor Ignacio Ballester y la encantadora Bea, maestra en Educación Infantil y apasionada animadora en su tiempo libre. Bea nos abrió las puertas a un mundo mágico, mostrándonos cómo convertir la lectura de un cuento en un momento único, dinámico e inclusivo para cada uno de nuestros alumnos y alumnas. Nos enseñó a disfrutar el arte de ser "cuentora", ese hermoso papel de ser el puente que conecta el hábito de leer con las vivencias que las palabras escritas pueden despertar en nuestros discentes.

En cada palabra y cada gesto, Bea nos recordó la fortuna que tenemos, como maestros/as y profesores/as, de ser los guías que moldean a pequeños y pequeñas que se convertirán en grandes lectores y lectoras en el futuro. En sus ojos, vimos el reflejo del impacto que podemos generar al fomentar el amor por la lectura. Fue una oportunidad para apreciar que, más allá de enseñar, creamos conexiones profundas con historias que siembran valores, imaginación y sueños.

Siguiendo este viaje entre la práctica y la teoría, quiero reflexionar sobre los aportes de diversos autores y autoras que han destacado el poder transformador del cuento como motor de aprendizaje.

El cuento: una herramienta para el alma y la mente

Desde tiempos inmemoriales, el cuento ha sido mucho más que un simple relato; es un vehículo cargado de magia capaz de transmitir valores, conocimientos y despertar habilidades cognitivas. Por su brevedad y su capacidad para capturar la atención, se erige como un recurso ideal para fomentar aprendizajes significativos que conecten el corazón con la mente.

A continuación, comenzaremos a exponer a los autores que abogan por el uso del cuento en la enseñanza:

Gianni Rodari y la chispa de la creatividad

En su emblemática obra Gramática de la fantasía, Gianni Rodari destaca cómo el cuento puede desatar la imaginación y estimular el pensamiento crítico. Nos invita a jugar con las palabras, a unir conceptos aparentemente inconexos mediante ejercicios como el binomio fantástico. Rodari nos recuerda que cada historia puede ser el inicio de un universo nuevo, y que en manos de nuestros estudiantes, el cuento se convierte en una herramienta para soñar y construir.

Jerome Bruner y el poder de la narración

Desde una perspectiva más estructural, Bruner propone que las historias son esenciales para organizar el conocimiento y darle sentido. Según su teoría del aprendizaje narrativo, los cuentos permiten a los estudiantes entender conceptos abstractos a través de situaciones concretas, conectando lo nuevo con su propio mundo. Es decir, cada narración es un puente que une experiencias personales con nuevos aprendizajes, haciéndolos más significativos y duraderos.

Las hermanas Agazzi y la pedagogía del asombro

Rosa y Carolina Agazzi, pioneras en la educación infantil, nos legaron la importancia de integrar el cuento y la canción como pilares del aprendizaje. Para ellas, estas herramientas no solo desarrollan el lenguaje, la memoria y la imaginación, sino que también nutren la sensibilidad, la atención y el sentido de comunidad. En sus métodos, el cuento no era solo un relato, sino un medio para descubrir la belleza en lo cotidiano y despertar en los niños el deseo de aprender a través del juego.

Vygotsky y la interacción transformadora

Lev Vygotsky, con su concepto de la zona de desarrollo próximo, enriquece nuestra comprensión del cuento al resaltar cómo el diálogo entre docentes, estudiantes y las historias puede llevar a aprendizajes más profundos. Mediante preguntas y reflexiones, el cuento se convierte en una herramienta de andamiaje, un medio para que los niños avancen más allá de lo que podrían lograr por sí solos.

Bruno Bettelheim y el poder de los cuentos de hadas

Desde una perspectiva emocional, Bettelheim nos muestra en su obra Psicoanálisis de los cuentos de hadas cómo los relatos tradicionales ayudan a los niños a enfrentar sus miedos y comprender el mundo de manera simbólica. Cada historia se convierte en un espejo donde los pequeños pueden reconocer y procesar sus conflictos internos, fortaleciendo su desarrollo emocional y psicológico.

Cuentos en el aula: un universo de posibilidades

En la práctica educativa, el cuento se despliega como un recurso multifacético. Desde enseñar a leer y escribir hasta desarrollar el pensamiento crítico y la resolución de problemas, cada historia narrada crea un espacio de aprendizaje activo, colaborativo y lleno de imaginación. Ya sean cuentos tradicionales, contemporáneos o creados por los propios estudiantes, la narración fomenta un ambiente donde las ideas fluyen, las emociones se comparten y el aprendizaje se disfruta.

Para concluir con la entrada, el cuento no es solo un entretenimiento o un dulce eco de la infancia; es un motor clave en la formación integral de nuestros estudiantes. Con su capacidad para conectar lo cognitivo, lo emocional y lo social, los cuentos nos invitan a mirar más allá de las palabras y a descubrir un mundo lleno de posibilidades. Como docentes, tenemos el privilegio y la responsabilidad de ser los narradores de estas historias, sembrando en cada mente y corazón el amor por la lectura y el aprendizaje. Hoy, gracias a Bea y a los autores que nos inspiran, llevamos con nosotros no solo la técnica, sino el sentimiento de que narrar es, en esencia, un acto de amor.

lunes, 25 de noviembre de 2024

Contar cuentos para aprender

Es esencial implementar la educación literaria desde edades tempranas, ya que, permite la adquisición de multitud de habilidades y competencias necesarias para el desarrollo académico y personal del alumnado. 


Los libros, álbumes ilustrados y cómics entre otras producciones literarias, son materiales idóneos para el desarrollo del pensamiento crítico y de valores en relación con la concepción de la diversidad como valor positivo. 


Además, nos permiten comprender conceptos complejos de una manera lúdica y cercana a los niños y niñas, como la muerte, el amor y la vergüenza y normas sociales como saludar y despedirse al entrar y salir de un lugar. 


La narración oral de obras en el contexto educativo es una práctica muy utilizada debido a sus grandes beneficios tanto en niños y niñas que ya han adquirido la lectoescritura como en el alumnado que aún no, ya que no solo favorece el desarrollo de competencias, sino que también aumenta su interés en la lectura. 


En el artículo de Marinho & Tenenblat (2023) se presentan algunas características y estrategias de los narradores de historias, más comúnmente conocidos como cuentacuentos. De forma general, los cuentacuentos deben de tener principios y estrategias para contar historias y escoger adecuadamente los materiales que utilizarán para apoyar o complementar sus narraciones.


Esta figura como narradores  ha sido muy importante a lo largo de la historia para transmitir cuentos, historias y experiencias. A través de la voz del adulto los niños y niñas logran identificar el significado de la narración oral, ya que, el cuentacuentos puede entre otras cosas modular la voz y realizar gestos para que el mensaje y la intencionalidad de la obra se transmita de forma eficaz. 


Actualmente, el alumnado se encuentra en un entorno altamente digitalizado lo que implica multitud de estímulos visuales y auditivos, y puede perjudicar a la capacidad de imaginación y/o reflexión crítica, que es esencial para su desarrollo integral.


De esta manera, Bea una “cuentautora” tal y como se define ella porque canta mientras cuenta cuentos e historias a niños y niñas, realiza esta actividad de tal manera que resulta divertida y entretenida a los más pequeños, ya que, es proporcionan estímulos visuales, auditivos e incluso en ocasiones táctiles. 


Asimismo, Bea considera imprescindible realizar una selección exhaustiva sobre los cuentos que va a narrar teniendo en consideración la edad y las características de los niños y niñas o aplicando estrategias para incluir al alumnado incluso cuando no quiere participar en la actividad. Pero lo más importante tal y como indica la cuentacuentos es la práctica continua, que permite nuestro desarrollo como narradores para el público infantil y juvenil. 


En conclusión, se trata de una actividad que debemos de incluir tanto en las aulas como fuera de ellas no solo debido a sus múltiples beneficios en el ámbito de la lengua y la literatura sino también para el desarrollo académico y personal de los niños y niñas. En una realidad ampliamente digitalizada es necesario acercar al alumnado entre sí a través de las historias. 


REFERENCIAS

Cubillos, M. A. S., Sanmartín, V. A. G., & Sarmiento, M. D. F. (2024). Cuentacuentos: formación docente en el arte de escribir y contar cuentos. Revista Varela, 24(67), 55-64.

Marinho, J., & Tenenblat, N. (2023). Guidelines for Storytellers Instancias Orientadoras para Cuentacuentos. Educacao, 4810.5902/1984644466772

 






Maestros, cuentacuentos y magos.

     Uno de los recuerdos de mi infancia que con más cariño atesoro es el taller de cuentacuentos de mi tía Laura. Ella es maestra y animadora de fiestas infantiles, y el momento culmen de cada celebración es el cuentacuentos. Habré escuchado esa historia no menos de 20 veces, e incluso hoy en día me emociono cuando la vuelvo a oír.

    Los cuentacuentos han sido una parte fundamental de la tradición oral a lo largo de la historia. En el ámbito de la enseñanza de la lengua y la literatura, los cuentacuentos se presentan como un recurso valioso que no solo enriquece el aprendizaje, sino que también fomenta el amor por la lectura y la creatividad en la infancia.

    Uno de los aspectos que más interesa potenciar en el aula con los cuentacuentos es la imaginación y la creatividad. Los cuentacuentos tienen la capacidad de transportarnos a mundos fantásticos y realidades diversas. Al escuchar relatos, se desarrolla la capacidad de visualización y pensamiento crítico, habilidades esenciales en el aprendizaje de la lengua. Además, al narrar sus propias historias, los niños y niñas pueden explorar su creatividad y expresarse de manera única.

    Por otra parte, la narración de cuentos es una excelente manera de mejorar las habilidades lingüísticas. A través de la escucha activa, los estudiantes amplían su vocabulario, mejoran su comprensión auditiva y aprenden estructuras gramaticales de manera natural. La repetición de historias y la interacción con el narrador también fomentan la retención de información y el desarrollo de la memoria.

    Los cuentos suelen abordar temas universales y experiencias humanas que permiten a los jóvenes conectar con diferentes culturas y perspectivas. Al escuchar historias de diversas tradiciones, se desarrolla la empatía y una mayor comprensión del mundo a su alrededor. Esto es especialmente importante en un entorno educativo diverso, donde la inclusión y el respeto por las diferencias son valores clave.

    Los cuentacuentos crean un ambiente de aprendizaje dinámico y atractivo. La narración en grupo fomenta la participación activa y el trabajo en equipo, lo que puede resultar en una experiencia educativa más enriquecedora. Además, el uso de elementos visuales y sonoros durante la narración capta la atención de los niños y niñas y hacer que el aprendizaje sea más memorable.

    Conociendo todas estas ventajas, y sabiendo cuánto disfruto de los cuentacuentos, me cuesta identificar en qué momento me dejé de interesar por la literatura. ¿Cuándo dejé de leer por placer? Quizás cuando la carga de lecturas obligatorias se volvió demasiado densa, o cuando las temáticas de los libros no lograban conectar con mi realidad, o cuando leer dejó de ser un hobby y se transformó en una herramienta de estudio.

    A menudo me pregunto si, como maestra, seré capaz de generar en mi alumnado esa pasión por la literatura que algún día tuve y que me encantaría recuperar. Sin duda, el testimonio de Bea y su experiencia como cuentacuentos y como maestra resulta inspirador. Sin embargo, para ser un buen cuentacuentos no es suficiente con conocer un amplio corpus de álbumes y narraciones, tampoco lo es tener una puesta en escena atractiva. Para ser un buen cuentacuentos es necesario tener magia, de modo que cautives a tu público al igual que te cautiva a ti la literatura infantil y juvenil.

    Cuentina de magia sabe un rato, así nos lo ha demostrado en la sesión del pasado jueves, y tanto su alumnado como su público son muy afortunados de haber sido testigos de sus narraciones y de su arte.

domingo, 24 de noviembre de 2024

La magia de contar historias

 

LA MAGIA DE CONTAR HISTORIAS

La lectura, en sus diversas formas, es un puente cultural que ha unido a las diferentes generaciones desde los inicios de la humanidad. Mucho antes de que empezara a utilizarse la palabra escrita, las historias se transmitían oralmente de una generación a otra para que no cayeran en el olvido. Estos relatos, que solían narrarse alrededor del fuego o en las reuniones familiares, no solo educaban, sino que también permitían crear vínculos emocionales profundos. Al día de hoy, esta tradición sigue viva gracias a la figura de los y las cuentacuentos, quienes revitalizan la magia de las palabras al narrar historias que inspiran y enseñan.


Cuentar: el arte de ser, estar y parecer

 Cuentar: el arte de ser, estar y parecer

¿Es posible ser alguien más que uno mismo; estar en varios lugares a la vez; y parecer algo al principio y acabar siendo lo contrario? Sí, se puede, y bien lo sabemos todos los que disfrutamos de la magia de la lectura. 

sábado, 23 de noviembre de 2024

Literatura infantil, un mundo de artistas


Cuando los niños y niñas llegan a las aulas o escuelas de educación infantil con 2 o 3 años e incluso menos se presentan como un folio en blanco. ¿Qué hace un pintor ante un lienzo en blanco? Lo primero es pensar qué es lo que quiere plasmar, si un objeto, una persona, un paisaje o una sensación. Selecciona los materiales, pinceles, pinturas o colores que va a utilizar. Después ordena los materiales en función de cómo se vayan a aplicar en el lienzo, y cuando comienza a pintar la magia desborda el mismo. En el ámbito educativo el maestro o maestra realiza el mismo proceso que el artista para la selección y trabajo de la lengua y la literatura mediante los cuentos. Primero busca qué temas quiere tratar y en base a ello busca los mejores cuentos que traten el mismo. Determina una serie de actividades antes, durante y después de la lectura para trabajarlo. Hay que ser un verdadero artista para aplicar metodologías creativas que inicien a los más pequeños al mundo de la literatura y que comiencen el largo camino del saber mediante las letras.

Ayer en la clase de Didáctica de la Lengua y Literatura tuvimos la visita de “Cuentina, una maestra de infantil que además es “cuentora” de cuentos. Bea podría considerarse artista, ella no pinta, no esculpe ni talla, pero canta y cuenta los cuentos a los más pequeños como si de mundos enteros se tratasen. Ella nos mostró las diferentes formas que como docentes tenemos la opción para trabajar los álbumes ilustrados en el aula, con materiales, instrumentos, disfraces... Todo ello para llamar la atención y llegar al corazón de los más pequeños y poder abrir la puerta de la literatura. Una puerta que algunos se empeñan en entornar no tratando temas tabú. 

La importancia de la presencia de la lengua y la literatura en el aula de infantil reside en todo el conocimiento que pueden aprender a raíz de la literatura. Mediante ella el alumnado más pequeño puede aprender valores, formas de hacer y de gestionar sus emociones. Se pueden abordar obras que traten situaciones determinadas que se están dando en la sociedad o en el contexto más próximo. La lectura de libros con situaciones o temas tabú hará al alumnado percibirlos desde una perspectiva distinta y evitando una sobreprotección del mismo y, sobre todo, conocerlos antes de una posible situación. También, son una forma de entretenimiento mediante la que se puede realizar un aprendizaje lúdico basado en el juego y la manipulación.

Para llamar su atención es fundamental emplear un modo de contar que les atraiga, que respete sus características individuales y sus formas de conducta. Una metodología que haga ver al alumnado que mediante la literatura se puede divertir, puede aprender, puede llorar o reír y no como una actividad obligatoria, es fundamental para que se formen lectores a largo plazo. A raíz de esto, se manifiesta la importancia de emplear una forma de contar literatura de forma adecuada, el maestro en infantil tiene la oportunidad de abrir las puertas a un mundo totalmente nuevo y por explorar al alumnado. Pese a que el interés y trabajo de la literatura en las aulas de infantil es cada vez mayor aún quedan posibilidades de ampliación, y sobre todo, de innovación y adaptación de las técnicas narrativas aplicadas a la lectura. 

¿Qué pasaría si al pintor le diese igual todo el proceso? ¿Si le diese igual qué pinceles usar, qué lienzo escoger o el qué pintar? ¿Dónde queda el interés por la lectura en infantil cuando los cuentos les permitirán llenar esas primeras salas del museo de obras de su intertexto? ¿Museos enteros de imaginación, valores, aventuras y conocimientos? 


Historias que enseñan y nos acompañan

Historias que enseñan y nos acompañan

        Había una vez, en un país muy lejano… ¿Os suena, verdad? Seguramente, no conozcamos a nadie que no haya oído estas palabras alguna vez. Ellas nos abren las puertas a ese mundo imaginario, lleno de aventuras y fantasías, al cual podemos adentrarnos solo con escucharlas. Y en efecto, me refiero a los cuentos e historias, a esos que conocemos durante la infancia, y que, en ocasiones, nos acompañan durante toda nuestra vida, devolviéndonos a la anhelada niñez, dónde las preocupaciones apenas existían. En ese momento es cuando nos damos cuenta de la magia y poder que poseen las palabras, capaces de hacernos olvidar de todo lo que nos rodea.

Sesión con Cuentina: Entre Palabras y Magia

La importancia de la Didáctica de la Lengua y Literatura: Reflexiones a partir de la mirada de @cuentina_cantaycuenta

viernes, 22 de noviembre de 2024

El poder de la literatura

 Las historias nos acompañan durante toda nuestra vida. Las acogemos esas noches cuando dormir parece imposible, mientras quién nos las lee espera pacientemente a que cerremos los ojos, dejando que sus palabras se fusionen con el inicio de nuestros sueños. Mientras crecemos, nos presentan cuentos y obras literarias que recibimos con entusiasmo o con menos interés. Todas ellas, dejan una huella importante en nosotros, aunque no lo notemos de inmediato. Es gracias al enfoque educativo que los docentes traen al aula, pues a través de estas historias se enseña mucho más que a leer y escribir. A través de la lectura, se estimula la imaginación y creatividad, se desarrolla la capacidad de entender emociones y temas complejos de manera más cercana e incluso se aprende a cómo debemos relacionarnos con nuestro entorno. Así pues, atendiendo estas razones, se destaca el papel de la Didáctica de las Lenguas y la Literatura como una herramienta educativa que desarrolla múltiples habilidades que contribuyen al pleno desarrollo del alumnado. 

En vista de lo abordado, se puede decir que las historias tienen un papel fundamental en nuestro crecimiento y desarrollo. En primera instancia, escuchar cuentos no solo enriquece nuestro lenguaje. Cuando se abordan desde una perspectiva didáctica, los cuentos son mucho más que un entretenimiento y se convierten en una forma poderosa de explicar conceptos complejos de manera sencilla, nos permite entender a los demás, sentir empatía y explorar el mundo desde perspectivas que quizás nunca habríamos imaginado. No importa el nivel educativo, el desafío principal es captar la atención del alumnado. ¿Cómo lograr que los estudiantes o los oyentes se sumerjan en la historia que estamos contando? Aquí es donde entra la creatividad y las estrategias que hayamos ido introduciendo a nuestros conocimientos y bagaje como docentes. Un ejemplo en acción es el proyecto de Cuentina Canta y Cuenta, una propuesta innovadora que transforma la manera en la que se aproxima la literatura al alumnado desde educación infantil. Bea, quien interpreta el papel de Cuentina, invita a los niños y niñas a participar activamente, no solo como oyentes, sino como protagonistas de las historias. A través de canciones, movimientos y juegos, la literatura se convierte en una experiencia que combina lo educativo con lo lúdico, captando la atención del grupo y creando un vínculo más fuerte con la literatura. 

Este tipo de metodología aplicada a la literatura no solo logra captar la atención del alumnado, sino que facilita la dinámica en el aula o en el espacio cuentacuentos, al involucrarse de manera cognitiva y emocional. De esta manera, se transforma una actividad pasiva a una experiencia literaria llena de magia, creatividad e ilusión. No obstante, llega un momento en el que muchos niños y niñas se enfrentan a la decisión, de manera inconsciente, de seguir explorando el mundo de la literatura o dejar de lado o no construir el hábito lector. Llegados a este punto, la labor de los maestros y maestras es fundamental, ya que deben crear un espacio donde la lectura sea por placer y no por obligación con el propósito de crear lectores/as. Y, para conseguirlo, es necesario que los docentes adopten estrategias innovadoras que conecten la literatura con las emociones y la cotidianidad del alumnado. 

En este sentido, apostar por la Didáctica de las Lenguas y la Literatura desde las primeras etapas educativas hasta la formación de adultos no es únicamente una decisión pedagógica. Esto se debe a que la literatura tiene el poder de abrir puertas a mundos nuevos, de tender puentes entre culturas y de enseñar a comprender y valorar diferentes perspectivas. En un mundo cada vez más globalizado, donde la comunicación y la empatía son más importantes que nunca, la literatura se convierte en una herramienta invaluable para conectar realidades más profundas en nuestro entorno. Apostar por ella en el aula es apostar por un futuro donde las palabras unen, transforman y expanden horizontes


Cuentando cuentos: Enseñanza de la lengua y la literatura

 

La etapa de educación infantil se considera una fase crucial en lo que respecta al desarrollo lingüístico y literario de los niños y de las niñas. En este período, se construye el andamiaje de la comunicación para que sea efectiva, de la comprensión del mundo a través del lenguaje y del amor por la lectura. Pero ¿cómo enseñar lengua y literatura a los más pequeños de manera efectiva y significativa?

Una herramienta didáctica idónea para la enseñanza de la lengua y la literatura son los cuentos. Estos son mucho más que simples relatos; son ventanas a la imaginación, al descubrimiento y al aprendizaje. Su poder radica en la capacidad que tienen para enseñar, conocer, emocionar e inspirar, y suponen un puente entre la fantasía y la realidad.

El cuento tiene un poder curativo, resolutivo, emotivo e imaginativo. Las palabras que emiten permiten al niño y a la niña transformarlas en imágenes mentales, lo que supone una posible identificación con los personajes.  A su vez permite tratar temas que se consideran tabú como la muerte y el proceso de duelo. Cuento como El árbol de los recuerdos de Britta Teckentrup transmite de forma delicada lo que en un principio puede resultar ser el final, es el comienzo de un aprendizaje nuevo, un proceso que es necesario para encontrar la paz y comprender lo que en un principio resulta ser para siempre.👇

“Había una vez un zorro que vivía con muchos otros animales en el bosque. Zorro había tenido una vida larga y feliz, pero ahora estaba cansado. Muy lentamente, se dirigió a su lugar favorito en el claro del bosque. Miró a su alrededor, observó su querido bosque una última vez y se tumbó. Zorro respiró profundamente por última vez y cerró los ojos para siempre”.

A través de los cuentos se favorece la creatividad, el interés y la curiosidad por la belleza que emana cada una de sus páginas. Además, cada una de las historias que se cuentan es un regalo para los niños y las niñas, ya que les está ofreciendo la oportunidad de comprender el mundo que les rodea, de ser conocedores de las emociones, y de desarrollar habilidades lingüísticas esenciales para el propio desarrollo integral. Pero ¿existe una edad límite para disfrutar de los cuentos?

Lo cierto es que no, no existe una edad límite para disfrutar de la magia de los cuentos. Lo que sucede es que a medida que los niños y las niñas van desarrollándose, van conociendo el mundo que les rodea, amplían sus intereses y disfrutan aprendiendo de otros aspectos con los que más se identifican. No obstante, el hábito lector es fundamental fomentarlo desde edades tempranas por medio de la literatura infantil y juvenil (LIJ). Son experiencias naturales que, si se complementan con las experiencias que se pueden dar en el ámbito educativo, se está fomentando el desarrollo de la competencia literaria, necesaria para la comprensión y posterior creación de textos o, simplemente, por el disfrute de la lectura como hecho artístico. Por ello, es vital la creación de dinámicas lectoras innovadoras que haga frente a la digitalización, en las que se establezcan vínculos con los cuentos, imposibilitando que se pierda la magia e el interés.

Bea, o más conocida como Cuentina_cantaycuenta en el mundo del cuento, es una docente que tiene un don a la hora de enseñar literatura entre los más pequeños. Ella no solo cuenta historias o las hace propias, sino que crea auténticas experiencias dinámicas e interactivas allá donde va. Con su forma de transmitir lúdica, melódica y atractiva es capaz de crear un ambiente mágico que hace que los pequeños y las pequeñas no puedan dejar de mirarla. Además, gracias a la expresión corporal y facial, a emplear técnicas estratégicas como el silencio, la pausa, capta la atención a la par que ayuda a gestionar las propias emociones, lo que crea un espacio cálido, de calma y conexión.

Ella no solo se centra en las palabras, o imágenes. Va mucho más allá. El término “cuentar”, o lo que es lo mismo, contar las historias mientras canta. Como se ha enfrentado a retos nuevos como el contar fábulas, la enseñanza de lengua de signos mientras canta los cuentos o ir más allá; fomentar el desarrollo motor con los deditos en forma de pinza simulando el pico de El pollo Pepe, lo que supone una habilidad importante para la posterior escritura. Lo cierto es que transmite tal pasión e ilusión que es imposible no sentirte niño o niña de nuevo.

Tal y como se ha visto, la enseñanza de la lengua y la literatura a través de los cuentos va mucho más allá del ámbito educativo, del aprendizaje estructurado de contenidos curriculares. Ambos están interconectados, ya que la literatura tiene el objetivo de capacitar al niño y a la niña para que puedan acceder a una forma de comunicación que se realiza por medio de un lenguaje especial. Porque sí, los cuentos son más que palabras, son oportunidades para conectar, enseñar, soñar y no dejar nunca de cuentar.

La literatura Cuentada desde el corazón

 El cuento supone una de las manifestaciones literarias con más tradición, especialmente en transmisión oral siendo un vehículo transmisor de valores y entretenimiento.

De la mano de Cuentina_Cantaycuenta descubrimos el enorme abanico de posibilidades que nos brinda como docentes el cuento en el aula de infantil y primaria.

En el contexto educativo, los cuentos no solo son una forma de entretenimiento, sino también un vehículo poderoso para fomentar el desarrollo cognitivo, emocional y social de los estudiantes. Su importancia radica en la capacidad de conectar con las personas a nivel profundo, a través de historias que despiertan la imaginación, fortalecen el pensamiento crítico y transmiten lecciones de vida.

Los cuentos también contribuyen al desarrollo emocional. A través de las historias, los niños pueden experimentar y procesar emociones de forma segura. Por ejemplo, enfrentarse al miedo de un dragón en un cuento les permite reflexionar sobre cómo manejar situaciones difíciles en la vida real. Las historias también ayudan a los estudiantes a identificar sus propias emociones y empatizar con los sentimientos de los demás, lo que es fundamental para construir relaciones saludables.

En el ámbito educativo, los cuentos son especialmente valiosos porque se adaptan a diferentes niveles de desarrollo. Desde cuentos ilustrados para los más pequeños hasta narrativas más complejas para adolescentes, estas historias pueden ser ajustadas para enseñar temas diversos y abordar necesidades específicas. Además, los cuentos permiten a los educadores contextualizar lecciones dentro de historias que conecten con los intereses y experiencias de los estudiantes.

Contar cuentos es, en esencia, un arte, como bien nos enseña Cuentina, requiere más que simplemente leer en voz alta; implica interpretar, dramatizar y dar vida a las palabras. Un maestro que sabe contar cuentos tiene el poder de capturar la atención de sus estudiantes, transportarlos a mundos imaginarios y sembrar en ellos semillas de curiosidad, empatía y reflexión. A través del tono de voz, los gestos y las pausas, el maestro puede transmitir emociones y captar matices que enriquecen el mensaje del cuento. Este nivel de conexión no solo fomenta la comprensión, sino que también crea un ambiente de aprendizaje positivo donde los estudiantes se sienten seguros y motivados para explorar sus propias ideas y sentimientos.

La combinación de contar cuentos y cantar tiene un impacto especialmente poderoso en los más pequeños, aunque también es relevante en etapas posteriores. Estas habilidades fomentan la imaginación, despiertan la sensibilidad artística y permiten que los estudiantes exploren distintas formas de expresión. Además, un maestro que domina estas herramientas puede personalizar las experiencias de aprendizaje, adaptando historias y canciones para abordar intereses específicos o temas relevantes para su grupo.

En conclusión, los cuentos son mucho más que simples relatos; son una herramienta educativa integral que fomenta el aprendizaje en múltiples dimensiones. Incorporar cuentos en la educación no solo facilita la adquisición de conocimientos y habilidades, sino que también forma individuos más reflexivos, creativos y empáticos. En un mundo donde los retos son cada vez más complejos, las historias continúan siendo una brújula valiosa para guiar a las nuevas generaciones y el "cómo" las cuentamos influye sobremanera el efecto que tendrán en el alumnado.

SESIÓN DE LA MANO DE CUENTINA

Hoy en la sesión de Didáctica de la Lengua y Escritura, hemos recibido la visita de la gran Cuentina (cuyo nombre de pila es Bea). Una maestra de una escuela infantil en San Vicente, que ha descubierto en su interior la habilidad de “cuentar” cuentos a los más pequeños, con el fin de poder captar la motivación y curiosidad por los libros. Pero… ¿Qué será eso de “cuentar”?



Nada más y nada menos que, la capacidad de contar historias mientras canta. Todo surge en el periodo aterrador de pandemia, cuando de un día para otro, escuchamos esa frase que aún tengo grabada en mi memoria “quédate en casa”, y Cuentina como persona ambiciosa y proactiva que es, no pudo quedarse quieta ni un momento, y comenzó esta trayectoria a través de las pantallas, intentando entretener a sus peques, y sobre todo, a ella misma para hacer más amena la experiencia tan casera que nos había tocado vivir. Posteriormente, decidió crearse su cuenta en instagram para poder llegar más publico, puesto que ya sabemos que las RRSS son las máximas difusoras de información, así que ese día dio vida a “@cuentina_cantaycuenta” revolucionando el mundo educativo virtual con sus historias de animales, que tanto le gusta “cuentar”.



A día de hoy, Cuentina nos deleita en bibliotecas, librerías, colegios… con obras como El pollo Pepe, que sin duda alguna, es su favorita, debido a la gran repercusión que ha adquirido en el público más peque, por ese piquito que al principio representan con sus deditos, que sin darnos cuenta, ya están trabajando su psicomotricidad fina para futuras acciones de agarre, como puede ser con el lápiz, para empezar en el maravilloso mundo de la escritura.

Bea, muy sorprendida, nos comparte que a día de hoy, puede permitirse ejercer tanto de Cuentina como de “seño” en la escuela infantil. Y es que nunca se ha parado a pensar abandonar su profesión, puesto que es su ilusión y su rutina más preciada, lo que le permite ser verdaderamente feliz. Por lo que, ser únicamente Cuentina, no entra dentro de sus planes.

Ahora bien… ¿Por qué Cuentina le da tanta importancia a contar historias en la etapa de Infantil?

Como bien nos comentó, a través de los cuentos podemos trabajar todo tipo de situaciones, problemas con los más pequeños, de una forma lúdica, melódica y atractiva. Es relevante, que desde las edades más tempranas, empiecen a conocer la realidad del mundo, evitando la llamada “encapsulación”. Esta es conocida por el miedo al error o a la frustración. La literatura infantil y juvenil (LIJ), nos permite dar a conocer temas tabú, desde una perspectiva rigurosa y cautelosa, porque no debemos olvidar que los niños y niñas, son ciudadanos que participan en sociedad, por muy pequeños que sea, y tienen derecho a conocer las realidades que nos rodean. No debemos hablar de generaciones futuras, sino de generaciones que ya cohabitan con nosotros, y que la vida no es un camino de rosas, por suerte o por desgracia. Para mí, la vida es como un juego de cartas, algunas veces te tocan cartas buenas, y otras, no tan buenas. Lo más importante para poder jugar con ellas de la forma más adecuada, es tener una actitud positiva, optimista, Esta es la clave del éxito, que hará que nuestros niños y niñas, se conviertan en personas resolutivas. Por ello, a través del cuento, es importante que contemplemos temáticas como las emociones,  a través de breves historias divertidas (El Monstruo de los colores o Arturo y Clementina, por ejemplo). De esta forma, nuestros más pequeños, sabrán cómo jugar con esas cartas que les ha tocado. 

Y ahora os pregunto yo.. ¿Pensáis que los niños de hoy en día sienten ese deseo por escuchar historias ?

Es cierto que vivimos en un mundo plenamente digitalizado, que por un lado, nos ha traído grandes avances y descubrimientos en la ciencia, y sobre todo, en la educación, que es donde nos encontramos todos los aquí presentes. Pero, por otro lado, ha derogado la ilusión por imaginar a la gran mayoría, ya que, en los tiempos libres se decantan por coger un dispositivo tecnológico, en lugar de, disfrutar pasando las páginas de un libro… Todo esto, explica la disminución de estadísticas de lectura en la etapa de Primaria. 

Es por ello que, se nos demanda como futuros docentes, esa necesidad de innovar y jugar con estas animaciones lectoras, que tanto domina nuestra Cuentina, para no dejar de lado este aprendizaje tan valioso, y sobre todo, seguir cautivando a nuestro alumnado con historias, sin dejar de enseñar el niño que llevamos dentro. Aspecto que, muchas veces ignoramos, ya sea por timidez o por olvido, pero que es fundamental en nuestra profesión. 

Gracias Cuentina, por hacer arte con tus historias. Espero que sigas iluminando esas cabecitas tan curiosas, con esa ilusión y vocación que te caracteriza. Eres todo un ejemplo a seguir 💗


jueves, 21 de noviembre de 2024

La Magia de la Didáctica de la Lengua y la Literatura

La educación infantil es ese mágico momento en el que las primeras palabras se convierten en puertas a mundos imaginarios y las historias cobran vida en la mente de los niños y las niñas. Pero, ¿qué pasa cuando llevamos esos cuentos a otro nivel, animándolos a través de juegos, canciones y dinámicas que no solo entretienen, sino que enseñan? Es aquí donde la didáctica de la lengua y la literatura encuentra su verdadero poder.

Los cuentos no son simplemente relatos que se escuchan antes de dormir. Son herramientas didácticas que ayudan a los niños y niñas a desarrollar habilidades como la empatía, la resolución de conflictos y la expresión emocional, entre muchas otras. Cuentos como "Yo voy conmigo" de Raquel Díaz Reguera o "Ponte en mi lugar" de Susanna Isern nos enseñan algo esencial: las historias pueden cambiar la forma en que los pequeños y pequeñas perciben el mundo y a ellos/as mismos/as.

"Yo voy conmigo", por ejemplo, invita a reflexionar sobre la importancia de ser auténticos, mientras que "Ponte en mi lugar" fomenta la empatía al permitir que los/las niños/as vean el mundo desde perspectivas ajenas. Estos cuentos no solo transmiten valores, sino que son perfectos para abrir debates, despertar preguntas y crear conexiones profundas con ellos y ellas.

Entonces, ¿por qué los niños y niñas mayores de ocho años no suelen participar en estas actividades? Porque la magia de los cuentos en la primera infancia se vive de una manera diferente. Los más pequeños y pequeñas se sumergen por completo en la narrativa, mientras que a medida que crecen, buscan otras formas de aprendizaje y entretenimiento que se ajusten a sus intereses y niveles de desarrollo. Aun así, fomentar la lectura en todas las edades sigue siendo crucial, por lo que es uno de los retos que se encuentran en la actualidad dentro del ámbito educativo. Por ello, estas dinámicas no solo pueden consolidar su comprensión lectora, fomentar la empatía y el pensamiento crítico sino que además pueden lograr mantener el vínculo emocional con los libros, evitando que pierdan el interés en la lectura frente a las pantallas.

Para atraerlos, es esencial elegir cuentos acordes a sus intereses, como "El cazo de Lorenzo" o "Orejas de mariposa", y proponer actividades interactivas: teatro de cuentos, creación de finales alternativos o debates. Integrar tecnología, como crear audiocuentos o libros digitales, también puede ser un gran incentivo, al igual que vincular las historias con temas reales que les interesen.

Replantear los espacios de lectura, como parques o clubes al aire libre, y ofrecer dinámicas donde ellos/as sean protagonistas ayudará a mantener vivo su entusiasmo por la literatura. A esta edad, los cuentos no solo son entretenimiento, sino herramientas para formar lectores críticos, creativos y empáticos.

De hecho, docentes como Bea, más conocida como Cuentina Canta y Cuenta, han revolucionado la forma de enseñar literatura. Con sus técnicas de animación lectora, no solo cuentan historias, sino que las convierten en experiencias interactivas. Estas sesiones integran canciones, juegos de roles, expresiones faciales exageradas y hasta pequeños momentos de silencio estratégico, creando un ambiente mágico que atrapa la atención de los niños y niñas, haciéndoles conectar de forma emocional con los/las personajes.

Por ejemplo, mientras se narra "Ponte en mi lugar", se puede invitar a los/las participantes a actuar como diferentes animales y describir cómo se sentirían si estuvieran en su piel. Esto no solo desarrolla su imaginación, sino que también los lleva a comprender el concepto de empatía de manera vivencial.

Del mismo modo, una de las técnicas que distingue a educadores y educadoras como Bea es su capacidad para calmar a los niños y niñas a través del ritmo y el tono. Hablar más bajo, reducir la velocidad y usar pausas estratégicas puede convertir una lectura caótica en un momento de calma y conexión. Estas técnicas no solo captan la atención, sino que también ayudan a regular las emociones, creando un espacio seguro y acogedor para aprender.

Por ejemplo, durante un cuento, bajar la voz puede crear suspense o transmitir tranquilidad. Acompañar la narración con un ritmo suave y gestos delicados puede transformar un grupo inquieto en un círculo atento y sereno.

Por ello, la lengua es la herramienta principal para comprender y expresar emociones, algo especialmente importante en la infancia, cuando el alumnado está descubriendo el mundo y a sí mismos. La literatura, por su parte, amplía su imaginación, fortalece su creatividad y los conecta con valores fundamentales.

Incorporar la didáctica de la lengua y la literatura en educación infantil no es solo una cuestión de aprendizaje académico, sino de formar seres humanos más sensibles, reflexivos y conectados con su entorno.

Así que, si alguna vez se preguntan por qué es importante leer cuentos o dedicar tiempo a actividades de animación lectora, recordad esto: cada historia es una semilla que germina en su mente y su corazón, y el aula es el mejor terreno para sembrarla. Y tal vez, solo tal vez, en un futuro, esos niños y niñas se conviertan en grandes narradores de su propia historia.




martes, 5 de noviembre de 2024

Literatura a dos tiempos: repensando la enseñanza de la literatura


Las metodologías de enseñanza se encuentran en constante cuestionamiento debido a la preocupación docente por ofrecer la mejor educación al alumnado en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se trata de un ámbito de discusión y, sin duda, de algún que otro suspiro exasperado por parte de docentes y estudiantes. La elección de la metodología en el ámbito de la literatura se debe a la investigación de estrategias para simplificar el aprendizaje y despertar interés en el estudiante para motivarlos y fomentar en ellos una conexión con los textos. En concreto, se destacan dos enfoques que comprenden la metodología historicista y la enseñanza inversa. 

Durante mucho tiempo, la metodología historicista ha sido muy importante para enseñar literatura. Este enfoque busca introducir a los estudiantes en la literatura desde sus orígenes, explorando las grandes obras y autores que han dado forma al pensamiento y la cultura a lo largo de los siglos. De esta manera, la literatura se muestra como una especie de legado cultural: "El Cantar del Mio Cid", "La Celestina" o "Don Quijote de la Mancha"... Todos estos elementos son cruciales para comprender los fundamentos de la literatura y la cultura de España. Esta visión, al presentar la literatura en su inicio, permite a los estudiantes entender cómo los valores, tradiciones y lenguaje han evolucionado a lo largo de los siglos, favoreciendo su desarrollo de capacidades para el pensamiento crítico. Así, pueden entender cómo vivían, pensaban y sentían en diferentes tiempos. No obstante, se enfrentan a problemas para vincularse emocionalmente con la historia y, sin este vínculo, los escritos se ven como si fueran ajenos, provocando desinterés e incluso, desestimando la literatura. Es un acceso a un mundo inexplorado para los estudiantes de esta generación. Si bien es cierto que Shakespeare no escribió “Romeo y Julieta” para que lo comparamos con las novelas románticas de Elísabet Benavent pero, ¿por qué no hacerlo?

Así nace la enseñanza inversa, que se inspira en escritores y autoras contemporáneas de inmediata importancia cultural para los estudiantes. Es en este punto donde el profesor desempeña el papel de detective cultural, tratando de descubrir qué literatura es la que verdaderamente capta el interés de los estudiantes. Alice Kellen, autora de novelas amorosas, Javier Castillo, autor de novelas de intriga, o Elvira Sastre, autora de poemas de amor y desamor. Si nos centramos en autores y autoras de este tipo, se conseguirá establecer un vínculo más fuerte, dado que el estudiantado identifica circunstancias y problemas que les parecen próximos y actuales. Si nos ajustamos a los intereses y circunstancias del estudiantado, se establecerá un vínculo emocional, en lugar de ese choque de épocas que implica la metodología historicista.  Pero, ¿realmente podemos entender a un autor contemporáneo si nunca hemos oído hablar de los clásicos?

Las dos metodologías poseen sus pros y contras. Sin embargo, ¿qué pasa si fusionamos pasado y presente? "La Celestina" de Fernando Rojas y "Valeria en el espejo" de Elísabet Benavent son obras separadas por más de medio siglo, pero ambas exploran las complejidades del amor y sus contradicciones emotivas.. ¿Podría esta estrategia combinada ser la táctica ideal para motivar a los estudiantes a indagar en detalle en la literatura? ¿Cómo podría esta estrategia fomentar en ellos un interés por los escritos literarios, antiguos y actuales?


Atrapados por la lengua: 50 casos resueltos por la lingüística forense

¡Hola, hola, hola! En plenas vacaciones navideñas, os voy a recomendar un libro relacionado con la investigación y el uso del lenguaje. Se t...