1º Paso: La historia en borrador
2º Paso: La historia corregida
3º Paso: La historia terminada
Cuando vi llegar a la nueva maestra
de prácticas no supe qué pensar. Solamente deseé que fuera entretenida y
divertida. El último de prácticas no había molado mucho. Aunque que eligiera
nuestra clase, nos había puesto primeros en la lista de clases que eran guays
de sexto.
Dijo que venía de la universidad y
le pregunté si conocía a mi primo. Total, en la universidad todos se conocen.
Enseguida cogimos confianza con
ella, me ayudaba mucho con la mesa del aula y también con los trabajos.
Cuando nos dijo que nos iba a dar
clase, me puse muy contento. Bueno, toda la clase. Así cambiábamos al profe y
hacíamos cosas nuevas.
Pero lo que de verdad quería era no
dar clase. No había ganas y encima con las mascarillas, y que ya empezaba a
hacer frío, me apetecía entre poco y nada.
No sabíamos lo que se nos venía
encima.
La primera clase que nos dio se la
notaba super nerviosa. Sin embargo, flipé en colores cuando vi la web que había
preparado.
Al principio me costó entenderla
porque yo no había leído los libros de Percy Jackson. Me gustaba más Naruto.
Había clases que me gustaban más que otras, pero la que más, fue la que jugamos
al Minotauro; un juego de rol donde teníamos que encontrar a los minotauros
antes de que mataran a todo el campamento (o al contrario si eras uno de
ellos). Jugamos muchas veces y nos lo pasábamos genial. ¡Y gané la partida más
épica de todas! Incluso jugábamos con el tutor.
Mi carta preferida era el casco de
Hades porque podías abrir los ojos cuando estaba la ronda del minotauro, aunque
luego no te hicieran caso en la ronda de debate.
La eché de menos cuando se fue en
Navidad. Incluso pensé en leer los libros de Percy para ver si volvía.
Lo gracioso es que volvió.
Lo que no sé es si fue idea suya o
ya lo tenían preparado, pero acabamos leyendo mitos y leyendas para las tertulias
de clase y parecía que no, pero alguno me gustó.
No sé si ella se acordará de
nosotros o de mí, porque yo sí.
De ella y del juego; porque nos
ayudó en un año difícil y nos enseñó un mundo que no conocíamos.
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